Reflexiones al texto La Dominación Masculina, de Pierre Bourdieu.
Me ha interesado sobre todo la parte titulada La mujer objeto – pag. 38- y las reflexiones a las que llega el autor en cuanto al espacio que la mujer ocupa en el terreno económico de las sociedades tradicionales : “la lógica de la economía de los intercambios simbólicos y, más precisamente, en la construcción social de las relaciones de parentesco y del matrimonio que asigna a las mujeres, universalmente, su estatuto social de objetos de intercambio definidos conforme a los intereses masculinos (es decir, primordialmente como hijas o hermanas) y destinadas a contribuir así a la reproducción del capital simbólico de los hombres, es donde se halla la explicación del carácter primado otorgado universalmente a la masculinidad en las taxonomías culturales” . A partir de que la sociedad se ha convertido en un espacio para el consumo, esta objetivización de la mujer se ha colado por los espacios de la publicidad, de la venta… y no sólo el cuerpo femenino, sino también el espíritu – sus ambiciones, sus deseos, sus instintos- han sido utilizados como objetos de consumo.
Otra de las reflexiones que me han parecido muy interesantes es:
“Así, el dominante es también dominado, pero mediante su dominio, lo que evidentemente no es algo desdeñable”. Me hace pensar que el hombre de hoy, alejado de la necesidad de poder real sobre la mujer, tiene que sufrir como dominado esa imagen de dominante a la que atenerse; habrá multitud de hombres que se sientan más cómodos ante la referencia de las características comúnmente denominadas femeninas y que deban pelear con la sociedad que les impone un estatus de poder con el que no están conformes.
Pierre Bordieu nos avisa ante estas reflexiones: “El sexismo es un esencialismo: al igual que el racismo, étnico o clasista, busca atribuir diferencias sociales históricamente construidas a una naturaleza biológica que funciona como una esencia de donde se deducen de modo implacable todos los actos de la existencia. De todas las formas de esencialismo es la más difícil de desarraigar” – pagina 28-.
Mientras leo este texto me viene a la mente muchas referencias - las historias de honra y honor de García Lorca, por ejemplo- y también el artículo que leí este fin de semana y que podría dar pie a reflexionar sobre qué ocurre cuando es la parte dominada que la toma el control, ante los excesos de la parte dominadora: en Islandia se ha tomado como opción la sostenibilidad, un concepto ligado al modo de hacer y de sentir que podríamos definir como femenino – si es que eso quiere decir algo-.
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